A vueltas con la lengua en Cataluña
Volviendo al tema de marras a propósito del mensaje de una buena amiga que me comentaba que estos días en la comarca de la Cerdaña, a caballo entre las provincias de Gerona y Lérida, sólo se escuchaba la lengua de Cervantes.
En agosto, la presencia del castellano en las calles de toda Cataluña también es la que es por más que pataleen Illa y quien le manda más allá de los Pirineos. En las zonas metropolitanas sigue siendo muy mayoritaria y en el resto, no tanto, pero va en aumento por más que los totalitarios independentistas desde las instituciones públicas y su mal llamada "sociedad civil" aprieten sin éxito de una manera poco democrática y nada ética. En estas fechas, el turismo doméstico y foráneo también contribuyen de una manera notable a que el castellano gane por goleada al "català" como lengua de uso cotidiano. Por un lado, el catalanohablante tiende más a viajar al extrajero y, por otro lado, mucho castellanohablante catalán, por lo general, o vuelve al pueblo para pasar unos días (Aragón, Castilla, Andalucía...) o se mueve por la comunidad autónoma (litoral y montaña). Y claro ya tienes la Cerdanya con un vuelco porcentual más favorable al castellanohablante. Si a todo lo anterior, le sumas el aumento muy significativo de residentes castellanohablantes provenientes de América y que muchos turistas foráneos vienen con la leccion de español aprendida, ya tienes a los dictadores independentistas de uñas y refunfuñando todo el santo día y a los motores de TV3 echando humo para suplir en las tareas de imposición a los correccionales lingüísticos cerrados por vacaciones que por estas tierras de España llaman "escoles".
En agosto, la presencia del castellano en las calles de toda Cataluña también es la que es por más que pataleen Illa y quien le manda más allá de los Pirineos. En las zonas metropolitanas sigue siendo muy mayoritaria y en el resto, no tanto, pero va en aumento por más que los totalitarios independentistas desde las instituciones públicas y su mal llamada "sociedad civil" aprieten sin éxito de una manera poco democrática y nada ética. En estas fechas, el turismo doméstico y foráneo también contribuyen de una manera notable a que el castellano gane por goleada al "català" como lengua de uso cotidiano. Por un lado, el catalanohablante tiende más a viajar al extrajero y, por otro lado, mucho castellanohablante catalán, por lo general, o vuelve al pueblo para pasar unos días (Aragón, Castilla, Andalucía...) o se mueve por la comunidad autónoma (litoral y montaña). Y claro ya tienes la Cerdanya con un vuelco porcentual más favorable al castellanohablante. Si a todo lo anterior, le sumas el aumento muy significativo de residentes castellanohablantes provenientes de América y que muchos turistas foráneos vienen con la leccion de español aprendida, ya tienes a los dictadores independentistas de uñas y refunfuñando todo el santo día y a los motores de TV3 echando humo para suplir en las tareas de imposición a los correccionales lingüísticos cerrados por vacaciones que por estas tierras de España llaman "escoles".
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